Sano Es Mejor
¿Has vivido con la creencia de que un buen estado de salud y nutricional se basa en contar calorías?
¿Conoces a alguien que ha pasado o vive esta situación?
Esta es la gran estafa de la industria alimentaria “saludable” donde sin importar la calidad de las materias primas, ingredientes, uso de tóxicos, disrruptores endocrinos y compuestos inflamatorios dentro del comestible y en los empaques de estos.
Esta estafa postula que si realizas una restricción calórica días tras día podrás reducir la masa grasa, equilibrar tu colesterol, regular tu azúcar en sangre, evitar la obesidad y por consiguiente vivir en salud. Pero lo cierto es que, si alguna vez has intentado cumplir tus objetivos de salud física, psíquica y emocional con esta estrategia, seguramente en un inicio bajaste de peso y te sentiste en motivación por ello, pero en el transcurso del proceso comenzaste a percibir que tu sistema digestivo respondía con inflamación, tu energía vital se reducía, tus ganas por comer con placer desaparecían, aumentaba tu ansiedad y estrés, perdías fuerza, inmunidad y concentración. Y seguramente terminaste el régimen con el mismo peso o incluso más grasa y peso que con el que partiste. Y te cuento que no eres la única persona a quien le pasa esto, el 95% de las personas que hacen régimen a base de contar calorías fracasan.
Y ESTO NO ES POR QUE TENGAN UN METABOLISMO DEFICIENTE, ES PORQUE EL MÉTODO QUE ESTAS EJECUTANDO ES INVALIDO PARA LA FISIOLOGÍA HUMANA.
Lo que sucede es que la teoría de las calorías proviene de un sistema cerrado que tiene sus inicios en las ciencias ferroviarias, las maquinas a vapor que funcionaban con el calor del carbón caliente. Obviamente estas máquinas necesitan de calor para funcionar y siendo un sistema cerrado es fácil comprender que a más uso de la maquina más calor tiene que generar y por ende más carbón hay que quemar. El error esta en extrapolar este cálculo a un sistema abierto como es el cuerpo humano.
¿Por qué la teoría de la caloría es una gran mentira?
Lo que sucede es que la teoría de las calorías proviene de un sistema cerrado que tiene sus inicios en las ciencias ferroviarias, las maquinas a vapor que funcionaban con el calor del carbón caliente. Obviamente estas máquinas necesitan de calor para funcionar y siendo un sistema cerrado es fácil comprender que a más uso de la maquina más calor tiene que generar y por ende más carbón hay que quemar. El error esta en extrapolar este cálculo a un sistema abierto como es el cuerpo humano.
El cuerpo humano, un sistema abierto
La teoría endocrina desde la visión de la psiconeuroinmunoendocrinología: psico (psicología), neuro (sistema nervioso), inmune (sistema inmune), endo (adentro) crino (hormonas). Es una visión integral de la persona donde se entiende que existe una sinergia y conversación entre nuestro contexto psíquico-emocional, el sistema nervioso, inmunológico y las hormonas que en conjunto va a generar un resultado. Entendiendo que la fisiología humana es un suprasistema abierto donde encontramos 3 grandes sistemas en una relación perpetua con el mundo que nos rodea, nuestra historia, sensación de gratitud, placer y supervivencia.
Estos sistemas son:
- El sistema Digestivo, microbiota e inmunológico: Una maravillosa conexión evolutiva relacionado con la digestión, metabolización de compuestos, absorción y estado de inflamación o inmunomodulación.
- El sistema hormonal o endocrino: Un gran lenguaje comandado por sustancias químicas como la insulina, cortisol, adrenalina, hormonas del hambre y saciedad, hormonas tiroideas entre otras.
- El sistema Nervioso central y periférico: Un circuito relacionado con la lectura de las hormonas y mandatos eléctricos para que el metabolismo se genera, las hormonas se secretan correctamente, además de ser el encargado de hacernos sentir con energía, alegría y lucidez para realizar las actividades vitales para la vida como la contracción cardiaca, secreción hormonal, ejercicio y movimiento, modulación del estrés, etc.
Y para que estos sistemas funcionen en coherencia de salud necesitamos: Proteínas, Grasas saludables como las polinsaturadas como el omega 3, omega 9 y grasas de cadena media, etc. Vitamina como el retinol, piridoxina, biotina, etc. Minerales como el magnesio, zinc, selenio, hierro, etc. Fibra y agua mineralizada, es decir alimentos realmente sanos.
Que no tienen nada que ver con las calorías. Un ejemplo muy sencillo de entender es el uso de bebidas de fantasía light que basados en la teoría de las calorías “no afectan en el organismo humano” ya que no aportan calorías pero en realidad además de tener compuestos obesigenicos tiene elementos que desregulan la microbiota, desmineralizan el organismo, dificultan la absorción correcta de nutrientes, inflaman al sistema inmune y activan la señalización hormonal de hambre para dulces y ultra procesados, repercutiendo negativamente en la persona que lo beba.
Ahora bien, no quiero decir que no tengamos que contar calorías, pero lo primero es llevar una alimentación metabólicamente coherente con nuestra fisiología humana, es decir con un sistema abierto que requiere alimentos reales que aporten nutrientes esenciales, con la menor cantidad de tóxicos posibles, lo más orgánicos posibles, repletos de antioxidantes y compuestos bioactivos, es por eso y otros motivos que alimentarnos SANO ¡ES MEJOR!
Bibliografía:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17164220/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17469900/
https://www.bmj.com/content/309/6955/655
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8517637/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23112118/
https://jamanetwork.com/journals/jamaneurology/fullarticle/784412
